Svíčková: Datos y receta del plato nacional de República Checa

Last updated on noviembre 1st, 2023 at 12:59 pm

Svickova, plato nacional de la República Checa, es una delicia culinaria  de ternera marinada, servido con salsa cremosa y albóndigas de pan, es un testimonio de la rica historia y cultura de esta nación centroeuropea.

El equipo de Remitly ha creado esta guía como parte de nuestra serie que celebra las tradiciones culinarias de todo el mundo.

La historia de la Svickova

Los orígenes de la Svickova están profundamente arraigados en la historia checa. Se cree que se creó durante el siglo XVIII, cuando la conservación de la carne era crucial para sobrevivir durante los duros inviernos.

Marinar la carne de vacuno en vinagre y especias no sólo realzaba su sabor, sino que también prolongaba su vida útil.

Con el tiempo, el Svickova evolucionó hasta convertirse en algo más que una solución práctica para la conservación de alimentos. Se convirtió en parte integrante de la cocina checa, y a menudo se servía en ocasiones especiales y reuniones familiares. Su popularidad se extendió por todo el país, convirtiéndolo en uno de los platos más apreciados en los hogares checos.

Plato de Svíčková

Ingredientes utilizados en el Svickova

Los ingredientes clave utilizados en el Svickova reflejan sus raíces rústicas y su sencillez. El componente principal es el solomillo de ternera que se marina en una mezcla de vinagre, tubérculos como zanahorias y chirivías, cebollas, granos de pimienta, pimienta de Jamaica, hojas de laurel y tomillo.

Después del marinado viene la cocción – asado lento hasta que esté tierno. El adobo restante junto con las verduras asadas forman la base de la salsa cremosa que acompaña a este plato. El toque final lo pone una compota de arándanos o rodajas de limón por encima para dar un toque de acidez que equilibre la riqueza.

Receta de Svickova

Esta receta le guiará a través del proceso de elaboración del tradicional Svickova checo. Es una labor de amor, pero el resultado vale cada minuto pasado en la cocina.

Ingredientes

  • 1 kg de medallón solomillo de ternera
  • 2 zanahorias
  • 1 chirivía o zanahoria blanca
  • 1 cebolla
  • 4 dientes de ajo
  • 10 granos de pimienta de Jamaica
  • 10 granos de pimienta
  • 2 hojas de laurel
  • Unas ramitas de tomillo
  • Vinagre al gusto
  • Sal al gusto
  • Crema (200 ml)
  • Mantequilla (50 g)
  • Bolitas de pan para servir

Instrucciones

  1. Comienza preparando el adobo. Pica las zanahorias, la chirivía o zanahoria blanca y la cebolla en trozos grandes. Mézclalos con el ajo machacado, los granos de pimienta de Jamaica, los granos de pimienta, las hojas de laurel y el tomillo en una traza.
  2. Coloca el medallón de solomillo de ternera en un plato hondo y vierte por encima los ingredientes de la marinada. Añade vinagre hasta que la carne esté medio sumergida. Cubre y refrigera toda la noche o hasta tres días.
  3. Una vez marinada, saca la carne de la nevera y déjala a temperatura ambiente. Precalienta el horno a 160°C.
  4. Calienta la mantequilla en una sartén grande apta para horno a fuego medio. Saca la carne de la marinada (reserva las verduras y el líquido) y dórala por todos los lados.
  5. Añade las verduras reservadas alrededor de la carne en la sartén junto con un poco del líquido de la marinada, lo suficiente para cubrirlas hasta la mitad.
  6. Transfiere la sartén al horno precalentado y ásala durante unas dos horas o hasta que la carne esté tierna.
  7. Una vez cocida, saca la carne de la sartén y déjala reposar tapada con papel de aluminio mientras preparas la salsa.
  8. Licúa las verduras asadas con el líquido restante de la sartén hasta conseguir una consistencia homogénea y, a continuación, devuelve esta mezcla a la sartén.
  9. Cocina la salsa a fuego medio hasta que espese. Añade la nata y sazona con sal al gusto.
  10. Corta la ternera en trozos gruesos y sírvela con la salsa cremosa y las albóndigas de pan aparte.

Variaciones de Svickova en la República Checa

Aunque la receta básica es la misma, se pueden encontrar variaciones de Svickova en toda la República Checa. Algunas regiones prefieren utilizar diferentes cortes de ternera o añadir más tubérculos al adobo. Otras optan por una salsa más picante añadiendo más vinagre o zumo de limón.

Independientemente de estas variaciones, lo que permanece constante es el amor y el aprecio por este plato entre los checos. A menudo se dice que cada familia tiene su propia versión del Svickova, que se transmite de generación en generación.

Sugerencias de maridaje para el Svickova

El Svickova marida bien con vinos tintos robustos que puedan soportar sus ricos sabores. Un Cabernet Sauvignon o un Merlot con cuerpo complementarían muy bien este plato. Para los amantes de la cerveza, las lagers checas tradicionales son una excelente elección.

En cuanto a las guarniciones, las albóndigas de pan son imprescindibles con el Svickova. Absorben perfectamente la salsa cremosa y añaden un elemento reconfortante a esta abundante comida.

Cocina checa: Una mezcla de tradición y sencillez

La cocina checa es un reflejo de la historia, la geografía y la cultura del país. Se caracteriza por platos sustanciosos que reconfortan y satisfacen.

Platos tradicionales checos

Además del Svickova, hay muchos otros platos tradicionales que forman parte integrante de la cocina checa. El gulash, un guiso de carne (normalmente de ternera o cerdo), cebolla y especias, es otro plato popular que suele servirse con albóndigas de pan.

El pato asado con chucrut y albóndigas de papa es una comida clásica checa que se disfruta especialmente durante los meses más fríos. El trdelnik, un pastel dulce cocido al fuego y espolvoreado con azúcar, es un postre que no debe dejar de probar cuando visite la República Checa.

Influencia en la cocina checa

La situación geográfica de la República Checa ha desempeñado un papel importante en la configuración de su cocina. La influencia de países vecinos como Alemania, Austria, Hungría y Polonia se aprecia en muchos platos.

Por ejemplo, el schnitzel -carne empanada y frita- es común tanto en la cocina austriaca como en la checa. Del mismo modo, el strudel, un tipo de pasta en capas a menudo rellena de manzanas, tiene sus raíces en las tradiciones culinarias austriaca y húngara, pero también ha encontrado su lugar en las cocinas checas.

Énfasis en los ingredientes locales

La cocina checa pone gran énfasis en los ingredientes de origen local. Las hortalizas de raíz, como las zanahorias, las chirivías y las papas, ocupan un lugar destacado junto con carnes como el cerdo, la ternera o las aves de corral.

Los pescados de agua dulce, como la carpa, también son habituales, sobre todo en Navidad.

Esta apuesta por los productos locales no sólo apoya a los agricultores de la región, sino que garantiza la frescura de los ingredientes, lo que contribuye a la calidad general de los platos.

Conclusión

En esencia, la cocina checa ofrece lo mejor de la comida casera. Es sencilla, abundante y está profundamente arraigada en la tradición. Tanto si se trata de la adorada Svickova como de un humilde plato de gulash, cada plato cuenta una historia sobre el rico patrimonio culinario de la República Checa.

La cocina checa es una de las más ricas del mundo.

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