Last updated on octubre 6th, 2023 at 02:41 pm
Flija, un plato tradicional de Kosovo, es una tortita en capas que tiene tanto que ver con el proceso como con el sabor. Esta delicia culinaria ha pasado de generación en generación y sigue siendo un plato básico en los hogares kosovares.
Nuestro equipo de Remitly ha creado esta guía como parte de nuestra serie que celebra la cocina de pueblos de todo el mundo.
La historia de la flija
Los orígenes de la flija están profundamente arraigados en el pasado rural de Kosovo. A menudo la preparaban los pastores, que tenían fácil acceso a sus ingredientes principales: harina, agua y productos lácteos. La sencillez del plato les permitía prepararlo incluso en regiones montañosas remotas.
Con el tiempo, la Flija se convirtió en parte integrante de la cocina kosovar. Su preparación se convirtió en un acontecimiento social conocido como «Pleqërishte», en el que familias y vecinos se reunían alrededor de un fuego para preparar juntos este delicioso manjar.
Ingredientes utilizados en la Flija
La belleza de la Flija reside en su sencillez. Los ingredientes principales son harina, agua, sal, mantequilla o aceite y crema agria o yogur. Estos humildes componentes se unen para crear algo realmente especial, un testimonio de la inventiva de los cocineros kosovares.
Aunque estos son los ingredientes básicos utilizados en todo Kosovo, existen variaciones en función de las preferencias regionales y las tradiciones familiares. Algunos añaden huevos para darle más sabor, mientras que otros incorporan queso para darle más gusto.
El proceso de elaboración de la flija
La elaboración de la flija es un proceso laborioso que requiere paciencia y precisión. Comienza con la preparación de dos masas distintas: una con harina y agua; otra con crema agria o yogur mezclado con sal.
Estas masas se vierten alternativamente en una tapa de horno llamada «saç» colocada sobre un fuego abierto. Cada capa debe cocinarse antes de añadir la siguiente, un meticuloso proceso que puede durar varias horas pero que da como resultado hermosas capas apiladas que se asemejan a un pastel de varios pisos.
Variaciones de Flija en todo Kosovo
A pesar de su sencilla receta, hay espacio para la creatividad en Flija. En algunas regiones, el plato se elabora con harina de maíz en lugar de harina de trigo, lo que le da un sabor y una textura distintos. Otros añaden especias o hierbas a la masa para darle un toque extra.
Independientemente de estas variaciones, la esencia de la Flija sigue siendo la misma: un plato comunal que une a la gente y celebra la herencia culinaria de Kosovo.
Etiqueta para servir y comer la flija
La Flija suele servirse caliente, a menudo acompañada de un vaso de leche fermentada o yogur. Tradicionalmente se come con la mano: se pela cada capa y se saborea individualmente.
Aunque no hay reglas estrictas sobre cuándo comer Flija, suele disfrutarse como un desayuno abundante o una cena satisfactoria. Lo importante es compartirlo con los demás, un guiño a sus orígenes comunitarios.
Ocasiones populares para servir flija
La flija no es sólo un plato cotidiano, también ocupa un lugar especial en las celebraciones kosovares. Se suele preparar en reuniones familiares, fiestas religiosas y festivales culturales.
Una de estas ocasiones es el «Día de la Flija», un acontecimiento anual en el que las familias se reúnen para preparar y disfrutar de este querido plato mientras celebran su herencia común.
Cómo refleja la flija la tradición culinaria de Kosovo
La flija encarna muchos aspectos de la tradición culinaria de Kosovo: el aprovechamiento de los recursos, el espíritu comunitario y el respeto por la sencillez. Su proceso de preparación fomenta la cocina comunitaria, parte integrante de la cultura kosovar, donde la comida no es sólo un sustento, sino también un medio de conexión social.
Además, sus ingredientes sencillos reflejan el pasado agrícola del país, mientras que su estructura en capas simboliza la complejidad que puede surgir de la sencillez, una metáfora no sólo de este plato, sino también del propio Kosovo.
Explorando la influencia mundial de la flija
A pesar de estar profundamente arraigada en Kosovo, la flija ha encontrado seguidores más allá de sus fronteras. A medida que los kosovares han ido emigrando por el mundo, han llevado consigo sus tradiciones culinarias, dando a conocer la Flija a nuevos públicos.
Aunque no sea tan conocida como otros platos internacionales, quienes han tenido la oportunidad de probar la Flija suelen apreciar su sabor único y el espíritu comunitario que encarna. Es una forma pequeña pero significativa de que Kosovo comparta su rica cultura con el mundo.
Receta de Flija
La flija es un plato que requiere paciencia y precisión, pero el resultado final merece cada minuto invertido. He aquí una sencilla receta para preparar esta delicia kosovar en casa.
Ingredientes
- 1 kg de harina
- 1 litro de agua
- 500 ml de nata agria o yogur
- Sal al gusto
- Mantequilla o aceite para engrasar
Instrucciones
- Comience preparando dos masas distintas. Mezcle la mitad de la harina con agua para crear una masa fina. En otro bol, mezcla la harina restante con nata agria o yogur y sal para formar una masa más espesa.
- Calienta tu tapa de horno (saç) sobre un fuego abierto o estufa si estás en el interior.
- Engrasa el saç con mantequilla o aceite.
- Vierta un cucharón de la masa fina sobre el saç, extendiéndola uniformemente.
- Deje que esta capa se cocine hasta que empiece a burbujear.
- A continuación, vierta un cucharón de la masa espesa encima y extiéndala también.
- Repita estos pasos, alternando entre capas finas y gruesas hasta que se acabe toda la masa.
- Recuerde dejar cocer cada capa antes de añadir la siguiente; esto puede llevar varias horas, pero es crucial para conseguir la estructura en capas característica de la flija.
- Una vez hecho, retírelo del fuego y déjelo enfriar un poco antes de servir.
Recuerde, hacer flija es tanto disfrutar del proceso como saborear el producto final.
La cocina de Kosovo: Una mezcla de influencias
La cocina de Kosovo refleja su rica historia y sus diversas influencias culturales: es una intrigante mezcla de sabores balcánicos, mediterráneos y otomanos.
Alimentos básicos en Kosovo
El pan ocupa un lugar central en las comidas kosovares, ya sean hogazas caseras o panes planos tradicionales como Pite y Flija. Los productos lácteos, sobre todo el queso y el yogur, también son muy consumidos.
La carne, sobre todo la de cordero y pollo, es habitual en los platos kosovares. Verduras como pimientos, tomates, pepinos y cebollas se utilizan a menudo en ensaladas o como acompañamiento de platos principales.
Platos populares
Además de Flija, Kosovo ofrece una gran variedad de deliciosos platos. El Tavë Kosi —un plato horneado de cordero y arroz cubierto de yogur— es una especialidad muy conocida. Las salchichas hechas con carne picada y especias (Qebapa) son otra de las opciones favoritas.
Para los golosos, el Baklava —un pastel hecho con capas de filo rellenas de nueces picadas y endulzadas con sirope o miel— es un plato imprescindible.
Influencia de los países vecinos
La cocina de Kosovo ha sido moldeada por sus vecinos-Albania, Serbia, Macedonia y Montenegro. Encontrará similitudes en el uso de ingredientes como los pimientos en el Ajvar (una pasta para untar a base de pimientos rojos), las hojas de parra rellenas conocidas como Sarma y los guisos sustanciosos como el Pasulj.
A pesar de estas influencias, Kosovo ha conseguido mantener su identidad culinaria única, que celebra la sencillez a la vez que ofrece una gran variedad de sabores. Ya sea la preparación comunitaria de la Flija o la reconfortante calidez del Tavë Kosi, la cocina de Kosovo es un testimonio de su rico patrimonio cultural.
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