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El rakfisk, un plato tradicional noruego, es una auténtica joya culinaria. Este manjar se elabora a partir de pescado fermentado, típicamente trucha, y ocupa un rincón especial en el corazón de los noruegos. Tanto es así que solo en este país se consumen anualmente unas 500 toneladas de esta delicia.
Este sencillo pero exquisito platillo tiene una historia fascinante, ya que se ha disfrutado en la región escandinava por siglos. Además, su proceso de preparación puede llevar desde meses hasta años. A continuación, te brindaremos todos los detalles sobre este plato, desde su historia hasta cómo crear tu propia versión en casa.
Si eres un apasionado de la gastronomía, puedes perderte esta guía que ha sido creada por nuestro equipo de Remitly. Como parte de nuestra serie de celebración de la cocina de diversas culturas de todo el mundo te contamos todo sobre los platillos más icónicos a nivel internacional.
La historia del Rakfisk
El consumo de rakfisk se remonta a la antigüedad, cuando los métodos de conservación eran limitados. La fermentación era uno de esos métodos utilizados para mantener los alimentos comestibles durante los largos inviernos. Se cree que el Rakfisk se originó alrededor del año 1300 d.C., lo que lo convierte en una parte integral de la cultura noruega ancestral.
Esta tradición milenaria continúa hoy en día con familias que transmiten sus recetas únicas de generación en generación. Puede que el proceso haya evolucionado con el tiempo, pero la esencia sigue siendo la misma: conservar el pescado mediante fermentación.
Ingredientes y preparación del rakfisk noruego
El ingrediente principal del rakfisk noruego es la trucha, aunque también se suele utilizar salvelino. La sal y el azúcar son esenciales para iniciar el proceso de fermentación, mientras que el agua garantiza que el pescado se mantenga húmedo durante todo el proceso.
Algunas recetas pueden incluir ingredientes adicionales como suero de leche o cerveza para realzar el sabor, pero son opcionales. Independientemente de las variaciones, lo que hace que cada lote sea especial es el amor y el cuidado que se pone en cada paso hacen que cada rakfisk sea realmente único.
El proceso de elaboración del rakfisk implica varios pasos y requiere paciencia. Las truchas recién pescadas se evisceran y limpian a fondo antes de introducirlas en un barril de madera o un recipiente de plástico con sal y azúcar. Esta mezcla inicia el proceso de fermentación, que puede durar entre dos y tres meses o hasta un año.
Una vez fermentado, el pescado adquiere el aroma y el sabor característicos del rakfisk. A pesar de su penetrante olor, muchos encuentran este manjar irresistible debido a su perfil de sabor único.
Una sencilla receta de rakfisk
El rakfisk es un plato que requiere paciencia y precisión. He aquí una receta básica para preparar tu primer rakfisk noruego.
Ingredientes:
- 2 kg de trucha fresca
- 100 g de sal
- 50 g de azúcar
- Agua, la necesaria
Instrucciones:
- Comienza limpiando bien la trucha. Retira las tripas pero deja la espina dorsal intacta.
- Mezcla la sal y el azúcar en un bol.
- Cubre el fondo de un barril de madera o recipiente de plástico con un poco de esta mezcla.
- Coloca una capa de pescado encima, seguida de otra capa de la mezcla de sal y azúcar.
- Repite estas capas hasta cubrir todo el pescado, terminando con una capa de la mezcla encima.
- Añade agua suficiente para cubrir el pescado por completo.
- Cubre el recipiente y guárdalo en un lugar fresco durante dos o tres meses para permitir la fermentación.
- Tras este periodo, tu rakfisk estará listo para ser disfrutado.
Recuerda hacer rakfisk es un arte que lleva tiempo perfeccionar, no te desanimes si tu primer lote no sale como esperabas.
Métodos tradicionales de servir el rakfisk
Tradicionalmente, el rakfisk se sirve cortado en finas rebanadas sobre pan plano o lefse, un tipo de pan de papa noruego. Suele acompañarse de condimentos como nata agria, cebolla roja, salsa de mostaza y, a veces, incluso aquavit, un licor tradicional escandinavo.
El Rakfisk tiene tal importancia cultural en Noruega que hay eventos dedicados a celebrar este manjar. El más destacado es el Festival anual del Rakfisk, que se celebra en Fagernes. Este acontecimiento atrae a miles de visitantes que acuden a disfrutar de actuaciones musicales, demostraciones de cocina y, por supuesto, a degustar distintas variedades de rakfisk.
Aunque el Rakfisk está profundamente arraigado en la cultura noruega, su influencia ha llegado mucho más allá de sus fronteras. Hoy en día, el rakfisk se sirve en restaurantes escandinavos de todo el mundo. Aunque puede que no sea del agrado de todos los paladares debido a su fuerte aroma y sabor, aquellos que lo disfrutan lo aprecian por su singularidad, un testimonio de la rica historia culinaria de Noruega.
La amplia gastronomía de Noruega
La cocina noruega es simple pero variada: desde sustanciosos guisos y embutidos hasta delicados pasteles y platos de marisco como el rakfisk.
Platos tradicionales noruegos
Un plato popular es el fårikål, un estofado de cordero considerado a menudo el plato nacional de Noruega. Es un plato sencillo pero sabroso, hecho con carne de cordero, col, pimienta en grano y poco más.
El klippfisk , bacalao seco y salado, es otro conocido manjar noruego que se utiliza a menudo en el Bacalao, un sabroso guiso con tomates, cebollas y pimientos.
Para los fans de los postres el krumkake ,una galleta fina en forma de cono y el lefse un pan plano blando, a menudo untado con mantequilla y azúcar, son platos imprescindibles.
Cultura gastronómica noruega
En Noruega, la comida es algo más que un simple sustento: es una forma de vida. Los noruegos se enorgullecen de sus tradiciones gastronómicas. Muchas de las cuales están relacionadas con la rica historia y los recursos naturales del país.
Desde la búsqueda de bayas en verano hasta la pesca en los fiordos, estas actividades no sólo proporcionan ingredientes para las comidas, sino también oportunidades para que las familias pasen tiempo juntas.
Ya sea disfrutando del Rakfisk en ocasiones festivas o saboreando un tazón de Fårikål en un frío día de invierno, la comida desempeña un papel integral en la unión de los noruegos, creando recuerdos que duran toda la vida.
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