Key Highlights
Crear tu propia empresa en España tiene varias etapas que tienes que conocer. Aquí tienes los puntos clave que debes tener en cuenta:
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Antes de comenzar, es importante comprobar que la idea funciona. Para ello, haz un plan de negocio y un estudio de viabilidad que sea completo.
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Tienes que decidir la forma jurídica que mejor vaya con tu proyecto. Puedes elegir entre sociedad limitada (S.L.) y sociedad anónima (S.A.).
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Uno de los primeros pasos es pedir la certificación negativa del nombre en el registro mercantil.
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Para la constitución de la empresa, hay que poner un capital social y firmar una escritura pública ante notario.
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Por último, debes darte de alta en la agencia tributaria y en la seguridad social para empezar a trabajar de manera legal.
Introducción
Emprender y lanzar un negocio propio puede ser muy emocionante y también desafiante. La creación de empresas en España requiere que conviertas tu idea de negocio en una actividad económica que sea real y que se pueda mantener en el tiempo. Para que tengas más oportunidades de éxito, tienes que tener la información correcta y saber de los recursos que hay disponibles. Planear bien el proyecto es solo el primer paso. Esta guía estará contigo en cada etapa para que tu idea crezca y se convierta en una empresa lista para competir en el mercado.
Aspectos esenciales antes de crear una empresa en España
Antes de hacer los trámites legales, hay unas cosas básicas que no se deben pasar por alto. Es importante que tú tengas tu proyecto claro y bien preparado. Así, vas a tener una base fuerte desde el principio. Esto quiere decir que debes ver todo, desde la idea que tienes, hasta los recursos que vas a necesitar.
Si tú le dedicas tiempo a la planificación, vas a saber lo que tu negocio necesita para ahora y para más adelante. Un plan de negocio bien hecho, revisar si es posible tu proyecto y saber cuánto es el capital mínimo, son puntos clave. Después vamos a ver estos temas más a fondo.
Validación de la idea de negocio y estudio de viabilidad
El primer paso para empezar con un proyecto empresarial es ver si tu idea de negocio puede ir bien en la vida real. Antes de gastar tiempo o dinero, tienes que hacer un análisis de los datos y un estudio de viabilidad. Así puedes saber si tu propuesta puede dar dinero y si hay gente interesada. Es importante ser claro y honesto al hacer este análisis, ya que de ahí depende el futuro de la empresa.
En este estudio tienes que ver bien los datos del mercado y de la competencia. Hay que saber quiénes pueden ser tus clientes y qué problema les vas a resolver con lo que ofreces. También es clave investigar a otras empresas que hacen lo mismo, saber qué tienen, qué hacen bien y dónde hay fallas.
Para dar forma a tu proyecto empresarial y que la idea de negocio tenga sentido, asegúrate de que el estudio de viabilidad tenga:
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Análisis de mercado: Aquí debes ver quiénes son tus clientes y cómo actúan.
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Análisis de la competencia: Hay que saber quiénes son tus rivales y qué te hace diferente.
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Evaluación financiera: Calcula cuánto vas a gastar, cuánto dinero esperas recibir y qué beneficios puedes tener en el futuro.
Recursos necesarios para emprender (capital, equipo, asesoría)
Después de que validas tu idea, el siguiente paso es ver qué recursos necesitas para ponerla a andar. La evaluación financiera es muy importante en esta parte, porque tú puedes saber con cuánto capital social cuentas y cuánto te va a hacer falta para empezar y mantener el negocio a corto y mediano plazo.
Aparte del dinero, el equipo de trabajo también es clave. Tienes que decir quién va a estar a cargo de la empresa y quién se ocupará de cada área importante del negocio. Tener a los socios o personas correctas desde el inicio puede ser la diferencia entre el éxito y el fracaso.
No hay que olvidar lo útil que es tener una buena asesoría. Consultar a expertos en temas legales, de impuestos y en lo financiero te ayuda a ahorrar tiempo y a evitar errores que pueden salir muy caros. Los recursos más importantes que debes ver son:
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Capital: Dinero para empezar la empresa y cubrir los primeros gastos.
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Equipo humano: Socios y empleados que estarán en el proyecto.
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Asesoría profesional: Ayuda de expertos en partes clave del manejo del negocio.
Tipos de sociedades que puedes elegir al iniciar tu empresa
Elegir la estructura legal que más te conviene es una de las decisiones más importantes que vas a tomar al empezar tu negocio. En España hay varias formas jurídicas, y cada una se ajusta a algo diferente. Puedes encontrar una que sea buena para un negocio en el que estés solo o una que sirva para grandes empresas. Lo que elijas va a influir en tu responsabilidad frente a deudas y en los impuestos que tengas que pagar.
Las formas más comunes son la sociedad limitada (S.L.), la sociedad anónima (S.A.) y ser autónomo. Por ejemplo, en la sociedad limitada tienes responsabilidad limitada al dinero que has puesto. Aquí te decimos las características de las formas jurídicas más conocidas, para que elijas la que mejor vaya con tu proyecto.
Sociedades más comunes en España: S.L., S.A., autónomo
En España, las formas jurídicas buscan adaptarse a cada tipo de negocio, facilitando una estructura adecuada para el tejido empresarial. La elección dependerá del número de socios, el capital inicial y el nivel de responsabilidad que desees asumir.
La Sociedad Limitada (S.L.) es la más popular para pymes, protegiendo el patrimonio personal de los socios. La Sociedad Anónima (S.A.) es ideal para grandes empresas con capital dividido en acciones. Por otro lado, ser empresario individual o autónomo es la forma más sencilla para quienes trabajan por cuenta propia. También existe la sociedad cooperativa, común en sectores como la agricultura.
Aquí tienes una tabla comparativa para aclarar las diferencias principales:
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Forma Jurídica |
Capital Mínimo |
Responsabilidad |
|---|---|---|
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Sociedad Limitada (S.L.) |
1 € |
Limitada al capital aportado |
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Sociedad Anónima (S.A.) |
60.000 € |
Limitada al capital aportado |
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Autónomo (Empresario Individual) |
No requiere |
Ilimitada (responde con su patrimonio) |
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Sociedad Cooperativa |
Según estatutos |
Limitada a la aportación de los socios |
Ventajas y desventajas de cada tipo de sociedad
Cada forma jurídica tiene ventajas y desventajas. La Sociedad Limitada llama la atención porque solo pide un capital bajo y da protección al patrimonio personal. Pero para algunos, su gestión administrativa es más difícil que la de ser autónomo. Elegir la forma jurídica más adecuada es muy importante para el futuro de tu negocio.
Ser autónomo te da mucha simplicidad en cómo crear y manejar el negocio. Sin embargo, hay una gran desventaja: la responsabilidad no es limitada. Si hay deudas, tú tienes que responder con todo lo que tienes. Por otro lado, las Sociedades Anónimas te hacen más fácil pasar la propiedad usando acciones. Además, puedes captar grandes cantidades de dinero con ellas, aunque necesitas un capital muy alto para empezar.
Toma en cuenta estos temas al decidir:
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Responsabilidad limitada: Defiende tu patrimonio personal (S.L., S.A.).
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Simplicidad: Los autónomos tienen menos papeleo.
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Capital necesario: Es muy diferente entre una S.L. (1 €) y una S.A. (60.000 €).
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Gestión fiscal: Los impuestos y obligaciones cambian según la forma jurídica.
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Reparto de dividendos: Las sociedades pueden repartir dinero entre los socios.
Requisitos legales y documentos imprescindibles
Una vez que tienes listo tu plan y has decidido la forma jurídica, es el momento de hacer oficial la constitución de la empresa. Este paso te pide que cumplas requisitos legales básicos y que juntes los papeles que hacen falta para que tu negocio pueda empezar a funcionar bien y sin problemas.
Si reúnes todos los documentos que se te piden, vas a poder avanzar rápido en los trámites y vas a evitar que haya demoras que no quieras. Desde el papel del nombre hasta la inscripción en los registros que toca, cada documento es necesario en este proceso. Aquí te mostramos la documentación y los requisitos que vas a necesitar.
Documentación básica para la constitución de la empresa
Para crear tu empresa, tienes que obtener algunos documentos clave. El primer paso es pedir la certificación negativa del nombre. Este papel confirma que el nombre que quieres para tu empresa no lo tiene otra. Se pide en el registro mercantil central.
Cuando ya tengas el nombre, abre una cuenta a nombre de la empresa en el banco. Debes poner el capital social ahí. El banco te dará un certificado bancario que muestra que has hecho ese depósito. Necesitas este documento para el siguiente paso, que es firmar la escritura de constitución con el notario. También tienes que pedir el NIF provisional para poder empezar a trabajar.
En resumen, la documentación más importante que necesitas es:
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Certificación negativa: Demuestra que el nombre de tu empresa es solo tuyo.
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Certificado bancario: Prueba que pusiste el capital social en el banco.
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Escritura de constitución: Documento que hace oficial tu empresa con el notario.
Requisitos fiscales, laborales y administrativos
Una vez que ya creaste la empresa, te quedan unos pasos más para arrancar tu actividad. Tienes que cumplir algunos trámites fiscales, laborales y administrativos para que todo sea legal. El primer paso es registrar la empresa en la agencia tributaria.
Este registro se hace usando la declaración censal, con el modelo 036 o 037. En este documento dices que empiezas tu actividad económica y tienes que informar tus obligaciones fiscales. Si vas a tener empleados o eres socio trabajador, es necesario registrar la empresa en la seguridad social y también dar de alta a todos los trabajadores, incluidos los administradores.
Hay que cumplir con todo esto desde el inicio para no tener problemas o sanciones. Los trámites principales son:
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Alta en la Agencia Tributaria: Se hace con la declaración censal.
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Alta en la Seguridad Social: Aquí registras la empresa y los trabajadores.
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Inscripción en el Impuesto de Actividades Económicas (IAE): Muchas nuevas empresas no tienen que pagar este impuesto.
Guía paso a paso para crear una empresa desde cero
Ahora que sabes sobre los puntos anteriores y los requisitos, te damos una guía sencilla para que no te pierdas en el proceso de constitución. Si sigues un orden claro, la creación de tu empresa será más fácil y rápida. Así puedes evitar cosas que retrasen tu proyecto.
Cada etapa es importante, desde elegir el nombre hasta darte de alta en la seguridad social. A continuación, te mostramos el siguiente paso para que veas la ruta que debes seguir. Así podrás formalizar la empresa sin dudas ni problemas.
Paso 1: Elección de la forma jurídica y denominación social
El primer paso cuando quieres empezar con la creación de tu empresa es escoger la forma jurídica. Esta decisión es muy importante. La forma jurídica, como ser autónomo, S.L. o S.A., va a marcar tus pagos de impuestos, el riesgo que tienes y el capital que debes poner. Es bueno que te tomes el tiempo para pensar y mirar bien cuál es la mejor para tu tipo de negocio y lo que esperas de él más adelante.
Ya que tienes clara la forma jurídica, es momento de pensar en la denominación de la empresa. Este nombre debe ser único. Por eso, tienes que pedir la certificación negativa del registro mercantil central. Esto sirve para ver si el nombre que quieres usar ya lo tiene otra empresa. Mejor que pienses en varias opciones de nombre, porque muchas veces el nombre que te gusta no está libre.
Para cerrar este primer paso en la creación de tu empresa, sigue estos puntos:
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Analiza y elige la forma jurídica que más te convenga para tu proyecto.
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Piensa en varias opciones para el nombre de tu empresa.
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Solicita la certificación negativa del nombre en el registro mercantil. Así confirmas que el nombre es solo para ti.
Paso 2: Registro en el Registro Mercantil y obtención del NIF
Cuando ya tienes la escritura de constitución, el siguiente paso es inscribir la empresa en el registro mercantil provincial que corresponde al domicilio social. Este registro le da personalidad jurídica a la sociedad. Así se vuelve oficial y puede funcionar legalmente.
Vas a necesitar presentar la escritura de constitución, la certificación negativa del nombre y los documentos de identidad de los socios y de los administradores. Después de pagar la tasa y esperar unos días, la empresa estará registrada. Tienes que hacer este trámite para seguir con todos los demás pasos.
Cuando tu empresa está inscrita, lo último que debes hacer es pedir el número de identificación fiscal (NIF) definitivo. Para esto debes ir a la agencia tributaria y presentar el modelo 036 junto con la documentación del registro.
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Presenta la escritura pública en el registro mercantil.
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Paga las tasas necesarias para la inscripción.
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Solicita el NIF definitivo en la agencia tributaria después que la empresa esté registrada.
Paso 3: Apertura de cuenta bancaria y depósito de capital social
Antes de firmar ante notario, hay que tener una cuenta bancaria única a nombre de la empresa. Esta cuenta es para depositar el capital social y luego para controlar el dinero que entra y sale de tu negocio.
Cuando se abre la cuenta, los socios tienen que poner sus aportaciones de capital social. El banco te da un certificado bancario. Este papel prueba que el dinero del capital social ya está en la cuenta. Es muy importante. Sin este documento, no puedes firmar la escritura de constitución de la empresa. Asegúrate de que el certificado muestre bien las aportaciones de los socios.
Esto muestra el compromiso de los fundadores con el proyecto. Los pasos son muy simples:
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Ve a un banco para abrir la cuenta bancaria única a nombre de la empresa.
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Haz el depósito del capital social que acordaron.
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Pide el certificado bancario que muestra la aportación y llévalo al notario.
Paso 4: Redacción de estatutos sociales y firma ante notario
Los estatutos sociales son las reglas principales que va a tener tu empresa. Este documento va dentro de la escritura de constitución y dice cómo funcionará la empresa por dentro. En este papel aparece el objeto social, que es para qué estará tu empresa, el domicilio, el capital social y cómo estará organizada la administración.
Cuando los estatutos estén escritos y toda esa documentación esté lista, como la certificación del nombre, el certificado bancario, el DNI de los socios, entonces hay que ir al notario. Allí, todos los socios tienen que firmar la escritura de constitución frente al notario. Este paso hace oficial la creación de la empresa y le da valor legal.
El notario va a revisar que todos los papeles estén bien y será quien dé fe pública del acuerdo. Los puntos importantes de este paso son:
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Redactar los estatutos sociales que pondrán las reglas de la empresa.
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Firmar la escritura pública de constitución junto a todos los socios ante el notario.
Paso 5: Alta en Hacienda, Seguridad Social y otros trámites
Con tu empresa ya registrada e inscrita, el siguiente paso importante es poner en regla la situación ante las administraciones públicas. Tienes que darte de alta en la Agencia Tributaria y en la Seguridad Social para empezar la actividad económica de forma legal.
Para hacer el alta en Hacienda, hay que presentar la declaración censal, modelo 036 o 037. En este papel vas a decir que la actividad empieza, qué impuestos te aplican y todos los datos fiscales necesarios. Es un paso clave para que la administración sepa de tu negocio.
Al mismo tiempo, tienes que inscribir tu empresa en la Tesorería General de la Seguridad Social y registrar a todos los socios y empleados. Así vas a asegurar la cobertura social y cumplir con lo que el trabajo pide.
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Presenta la declaración censal en la Agencia Tributaria para el alta en Hacienda.
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Inscribe la empresa en la Seguridad Social.
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Da de alta a los administradores y a los empleados que vayas a contratar.
Costes iniciales y planificación financiera para emprender
Emprender tiene un coste. Además del capital social, hay una serie de gastos de constitución que debes considerar en tu planificación financiera. Si conoces estos gastos antes, puedes evitar sorpresas. Así, tienes los fondos necesarios para poner en marcha tu proyecto sin problemas.
Estos costes iniciales incluyen honorarios de profesionales, tasas de registro y otros trámites administrativos. Una buena planificación te ayuda a saber cuál es la inversión real que necesitas. Aquí te mostramos los principales gastos que vas a tener y las obligaciones fiscales que vienen al principio.
Gastos de constitución, trámites y tasas
Los gastos de constitución son los pagos que tienes que hacer para dar de alta tu empresa oficialmente. Aunque los importes cambian según cada caso, hay una serie de pagos que suelen estar presentes cuando se trata de la creación de empresas. Es muy importante que tengas esto en tu presupuesto desde el principio. Así evitarás problemas con tus cuentas cuando empieces.
Entre los gastos más comunes están los honorarios del notario por hacer y firmar la escritura pública. También hay que pagar la inscripción de la empresa en el registro mercantil. Esta tasa está relacionada con el capital social que tenga la empresa. No puedes olvidar el coste de pedir la certificación del nombre de la sociedad.
Puede que algunos de estos pagos no sean altos. Pero si sumas todo lo que tienes que pagar y lo miras junto, verás que es un gasto importante. Ten presente los principales gastos de constitución que suelen aparecer:
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Obtención de la certificación del nombre: Cuesta sobre 16 €.
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Honorarios del notario: Se pagan por escribir y firmar la escritura pública.
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Tasa de registro mercantil: Cambia según el capital social y otras cosas.
Impuestos y obligaciones fiscales iniciales
Desde el momento en que das de alta tu empresa, tienes que cumplir varias obligaciones fiscales para no tener problemas con la Agencia Tributaria. La primera de todas es presentar la declaración censal (modelo 036 o 037). Esto se usa para avisar que empiezas tu actividad económica y elegir la forma jurídica de tu empresa.
Según la actividad económica y tu forma jurídica, vas a tener distintos impuestos que pagar. Los más comunes son el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA), que tienes que declarar cada tres meses, y el Impuesto de Sociedades, que se paga por los beneficios de la empresa una vez al año. Si hay empleados, también te tocará realizar las retenciones del IRPF.
Es importante llevar una contabilidad clara desde el inicio y presentar en tiempo todas las declaraciones que pide la agencia tributaria. Todos los años, también tendrás que presentar las cuentas anuales en el Registro Mercantil.
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Declaración censal de alta: Sirve para avisar a Hacienda sobre el comienzo de tu actividad económica.
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Declaraciones de IVA e IRPF: Estas se entregan cada tres meses y, en algunos casos, cada mes.
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Impuesto de Sociedades: Se paga cada año basado en el resultado que obtiene la empresa en ese periodo.
Subvenciones y ayudas disponibles para emprendedores en España
Una buena noticia para quienes quieren empezar un negocio es que hay ayudas y subvenciones. El gobierno central y las comunidades autónomas tienen programas públicos. Estos programas ayudan a crear más empresas y ser un apoyo en los primeros pasos de los nuevos negocios.
Las ayudas pueden ser en forma de financiación con bajo interés, subvenciones que no se devuelven, o beneficios en impuestos. Si investigas qué programa va mejor con tu idea y lo que buscas, puedes tener un buen impulso económico. Aquí te contamos cómo entrar en estos programas y lo que necesitas para pedirlos.
Programas públicos de apoyo y financiación
En España, hay muchos programas de apoyo para quienes quieren crear empresas. Las Cámaras de Comercio, las agencias de desarrollo regional y ENISA, que es estatal, dan financiación pública y ayudan a los emprendedores. Estos programas suelen estar centrados en áreas como la tecnología, la innovación, o el emprendimiento para jóvenes y mujeres.
Para pedir esta financiación, tienes que tener un plan de negocio que esté bien hecho y ordenado. Es la parte clave que tienen en cuenta antes de decidir si van a ayudarte o no. Entre las ayudas más conocidas están la capitalización del paro, que te da el pago único del desempleo, y los microcréditos sin aval.
Busca en los sitios de internet de tu comunidad autónoma y mira en los organismos que apoyan la creación de empresas. Así vas a poder encontrar las convocatorias que más te interesan. Aquí tienes algunos recursos que puedes usar:
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Financiación de ENISA: Da préstamos participativos para proyectos nuevos y diferentes.
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Programas de las Cámaras de Comercio: Ofrecen ayuda y consejos para la creación de empresas.
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Ayudas autonómicas: Cada comunidad tiene sus propios programas para apoyar el emprendimiento.
Cómo solicitar subvenciones y cumplir requisitos
Solicitar subvenciones puede ser una tarea difícil. Hay muchas personas que quieren obtener estas ayudas, y por eso, tienes que estar muy preparado. Lo primero es leer con mucho cuidado las bases de la convocatoria. De esta manera, puedes ver si cumples todas las reglas y requisitos del programa. Si no cumples con alguno, no aceptarán tu solicitud.
Normalmente, tendrás que entregar una descripción clara de tu proyecto empresarial, un plan financiero sencillo y todos los papeles que muestran que has creado tu empresa. Casi todas estas solicitudes se hacen en forma telemática. Por eso, tienes que tener tu certificado digital para poder firmar y enviar los documentos.
Haz tu solicitud lo antes posible y revisa bien toda la información. Tienes que presentar datos claros y fáciles de entender. Los pasos principales son:
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Revisar las bases de la convocatoria y mirar si cumples lo que piden.
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Preparar toda la documentación necesaria para el proyecto empresarial y la empresa.
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Presentar la solicitud de forma telemática con tu certificado digital.
Conclusión
La creación de la empresa puede ser un camino que mezcla ganas con mucha organización y papeles. Este proceso puede parecer complicado. Sin embargo, si tú sigues los pasos uno a uno y te apoyas con el mejor consejo, vas a poder convertir tu proyecto empresarial en algo firme. Hay que empezar por revisar bien la idea, después pasar a la constitución de la empresa y seguir buscando la financiación. En cada uno de estos pasos, tú vas haciendo más fuerte el negocio para el futuro. Con esta guía, esperamos darte toda la claridad que necesitas para empezar tu camino con confianza.
Frequently Asked Questions
¿Cuánto tiempo tarda en crearse una empresa desde cero?
El tiempo que lleva el proceso de constitución depende de la forma jurídica que elijas. Si se forma una sociedad limitada y se usan medios telemáticos, el trámite suele acabar en pocas semanas. Aun así, algunos pasos como conseguir el NIF definitivo y la inscripción en el registro mercantil pueden hacer que el proceso tarde un poco más.
¿Cuáles son los errores más frecuentes al montar una empresa?
Los errores más comunes son no hacer un estudio de viabilidad antes de empezar. Otro fallo es la mala planificación financiera. Elegir una forma jurídica que no encaje con el tipo de sociedad o con la responsabilidad limitada que se busca es otro error habitual. Mucha gente también subestima los costes iniciales y no tiene en cuenta las obligaciones fiscales desde el primer momento.
¿Dónde se realiza el registro oficial de la empresa?
El registro mercantil de una sociedad mercantil debe hacerse en el registro mercantil de la provincia donde está el domicilio social. Para esto, hay que presentar la escritura de constitución y la certificación negativa del nombre. Con este registro, la empresa tiene personalidad jurídica y también obtiene la identificación fiscal de la empresa.
¿Qué impuestos debe tener en cuenta un nuevo empresario?
Un nuevo empresario tiene que pensar sobre todo en el IVA, que se paga cada tres meses. Si el negocio es una sociedad, hay que declarar el Impuesto de Sociedades. Si es autónomo, tiene que pagar el IRPF. Después de presentar la declaración censal en la agencia tributaria, el empresario también debe cumplir con más tareas. Entre estas está la presentación de las cuentas anuales.